Primer seminario del proyecto YOOF. Ketton, Reino Unido. 5/09/2018 – 9/09/2018

“Youth, Multimedia and Food (YOOF) project” está destinado a jóvenes de entre 18 y 30 años que tengan interés en la vida rural y sostenible y quieran mejorar sus habilidades digitales, siendo su primera edición la del 5 al 9 de septiembre en Ketton, Inglaterra y una futura segunda parte en Laredo, España. Este proyecto combina conocimientos de multimedia con la producción y procesamiento de alimentos ecológicos. La unión de estos elementos que, a priori, podría parecer no tienen relación, brinda la oportunidad de difundir y proporcionar visibilidad del trabajo en las granjas y su fruto.

En Ketton, un pequeño pueblo de casas antiguas típicas inglesas a 100 kilómetros al norte de Londres,  convivimos 5 ingleses y 5 españoles, además de 4 coordinadores. Al vivir juntos en una casa, se fomentó el intercambio cultural y especialmente la inmersión en inglés de los españoles ya que era la lengua oficial durante la estancia.

Como medida para que todos nos integrásemos, reforzar la confianza entre nosotros y evaluar la estancia en el curso, llevábamos a cabo dinámicas por la mañana y evaluaciones por la noche. Uno de los primeros talleres que tuvimos a cargo de uno de nuestros coordinadores contenía nociones básicas de fotografía, vídeos y herramientas de edición: ISO, exposición, diafragma, cómo utilizar la luz, encuadre, cómo sostener la cámara, grabadoras de audio… Tras la lección, afianzamos los conocimientos de la mejor forma posible, practicando.

Nuestra rutina consistía en visitar  durante la mañana granjas cercanas que se dedicaban a la agricultura o ganadería ecológica y documentábamos su actividad con fotos, vídeos, entrevistas o incluso podcasts. A la vuelta, además de una sabrosa comida caliente, nos esperaba una colección de archivos listos para ser editados. La tarde estaba ocupada por tarjetas de memoria, discos duros, flapjacks y mucho té. Detrás de cada vídeo había mucho trabajo y tiempo, pero a medida que nos familiarizábamos con los equipos y programas, el proceso se agilizaba hasta llegar a unos resultados increíbles y muy satisfactorios.

Además de las visitas a granjas, grabamos vídeo-tutoriales sobre cómo utilizar diferentes herramientas en el huerto, recogimos verduras y hortalizas para un Produce Show y cultivamos parte del huerto ecológico del recinto en el que vivíamos, siguiendo los principios de la permacultura.

Entre herramientas, semillas y cosechas, la última preocupación en la rutina de un huerto es documentar y difundir conocimiento, pero no podemos dejar que la sabiduría que se esconde tras este proceso quede ahí. Los seres vivos dependemos de pocas cosas para vivir, y la comida es una de ellas. La desconexión entre las personas y el proceso de producción y procesamiento de alimentos ha hecho que parte de la población no sepa de dónde viene su comida o cómo se ha producido. Por ello no solo merece la pena, sino que es necesario documentar el conocimiento que hay detrás de las granjas. Si el consumidor no comprende la diferencia entre un producto ecológico y uno que no lo es, no podrá tomar una decisión fundada y basará su opinión en el precio o la apariencia del artículo, dejando atrás el origen del producto y el impacto que conlleva.

Autoras: Paula Muriel Núñez y Cinta Martín Medrano